El poder de la No repetición
Hoy te voy a hablar del poder de no repetir, que es justo lo contrario del tan recomendado poder de la repetición. Lo digo porque es algo muy repetido que, tal vez, el recurso más poderoso para la persuasión es la repetición.
O sea, que repetir las cosas es extraordinariamente persuasivo.
Ojo, decir lo mismo una y otra vez no. Es más bien decir lo mismo con distintas palabras.
Lo que podríamos decir repetir sin repetir vamos.
Seguro que lo vas pillando y no es necesario que lo repita.
Además me lo agradecerás porque, por muy importante que sea repetir, repetir incrementa el volúmen de las gónadas, y podrías mandarme a la mierda.
Eso, me temo que lo sufrimos los seguidores de Roland Garrós. Es que cada tres juegos hay un descansillo, y te meten publicidad. Y cada final de set también. Publicidad.
Y la publicidad es siempre la misma.
Ya lo estarás sospechando porque llevo unos días hablándote, precisamente, de esa publicidad. Soy bueno en eso, pero no tanto, las conclusiones que voy sacando de esos anuncios las obtengo, precisamente, gracias a que los repiten hasta que los odio.
Pero hoy de lo que te voy a hablar es justo de lo contrario, de no repetir, o no tanto.
Porque en ese ruido plomizo en que se convierten a la enésima vez que ves los anuncios una y otra vez, hay unos que resultan un remanso de paz y placer deleitoso para los sentidos.
Y claro, de esos te acuerdas con especial predilección.
O sea, acordarte te acuerdas de todos, pero de esos, además, tienes un grato recuerdo.
El recuerdo es lo más importante, pero en mi molesta opinión, es mejor un grato recuerdo que un rum rum tabarroso.
¿Y qué hace de esos anuncios algo especial? Son buenos, bonitos, agradables, pero no es eso, los otros también lo son. Además son suaves y tranquilos, lo cuál contrasta con la mayoría.
Pero sobre todo, el anunciante, en lugar de usar siempre el mismo anuncio, tiene varios, y los alterna mucho. Los repite, pero alternando.
Ya está. Un contrate. Contraste en el ritmo y no repetir donde todos y cada uno se repiten como las bases de la música que escucha mi hijo.
Porque, por muy importante que sea la repetición, hay otros recursos. Y algunos, como el contraste, se apalancan en el trabajo de los demás para potenciar el propio.
En fin, el contraste, la repetición y otros 95 recursos de copy los tienes explicados y ejemplificados en este libro: