Empecemos por el principio, y concretamente, por el principio 5 de los 11 principios de Goebbels: El principio de Vulgarización.
¿Por qué el 5 es el primero? Pues, lógicamente, porque empiezo por él.
Supongo que es mi favorito, es fundamental en la persuasión. Tanto es así que, si solo tuviera que elegir una característica para describir el lenguaje persuasivo sería este.
Así lo he encontrado escrito en varios lugares: “Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida.”
Si te fijas, un error común es escribir cómo si te hubieras o hubieses caído en una enciclopedia cuando eras un crío. Es algo que ya he comentado más de una vez, se hace mucho más escribiendo que hablando.
Pero lo que funciona es lo contrario, lo que funciona es el lenguaje más sencillo.
A ver, si lo que quieres es marcar distancias, ponerte muy por encima del lector, entonces igual no. Pero si pretendes ser persuasivo, lo que funciona es el lenguaje más sencillo, que es el conversacional.
Verás, tienes que asimilar en profundidad el concepto de evolución, y también sus dimensiones. La evolución parece el juego más tonto del mundo, no tiene ni reglamento, lo único que hace es poner sobre la mesa millones y millones de jugadores durante millones y millones de años. Y a ver quien aguanta.
Vale, pues el lenguaje es otro producto más de la evolución, y ha salido de esa dinámica de millones de jugadores durante millones de años.
Y la forma de lenguaje que utilizan hoy en día 8.000 millones de personas para sus cosas es el lenguaje sencillo y conversacional.
Entonces, es lo primero que tienes que saber del lenguaje persuasivo es eso: el que mejor funciona es el lenguaje conversacional.
Ahora, no te confundas. Eso no quiere decir que no sea intencionado, estructurado, inteligente, creativo, potente… Es todo eso, y tal vez en mayor medida que las eternas cadenas de subordinadas adornadas de esdrújulas que huelen a polvo y cuero viejo.
Cuesta escribir de manera conversacional porque nos tienen enseñados a hacer justo lo contrario. Cuesta, pero también es cierto que te acostumbras rápido, porque ya lo sabes hacer, hablas todos los días.
Una entretenida forma de hacerlo a un gran nivel es leer y olvidar este libro, y de paso asimilas los 11 principios de Goebbels y otros 83 más.
Este digo: Olvida este Libro